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Contexto de Marx

(Este lo hizo Miguel...está aqui por su bondad y por que, todo hay que decirlo, era el único que entregaba estos trabajos en formato electrónico. Por descontado lo suyo es que trabajeis con los trabajos que realizasteis vosotros mismos),
CONTEXTO SOCIO-POLÍTICO-CULTURAL Y FILOSÓFICO DE MARX
CONTEXTO SOCIAL
· El capitalismo es el sistema político, social y económico que se instaura a lo largo del s. XIX en Europa. Es un sistema burgués basado en el libre comercio y en el mercado. Para instaurar un capitalismo es necesario una industrialización y la existencia del comercio. Este nuevo sistema que resultará desigual será la base del pensamiento marxista, la búsqueda de un nuevo orden que sea más igualitario llevará a Karl Marx a desarrollar su teoría económica y al nuevo pensamiento comunista.

La revolución industrial significa la liberalización del hombre del trabajo animal. Es un fenómeno que ocurre en el s. XIX que se produce gracias a la acumulación de riqueza que permite una transformación de los medios de producción, la inversión de ese capital por parte de una burguesía emprendedora, la correcta y eficiente utilización de la máquina de vapor, la ampliación del horario laboral gracias al uso de la luz de gas.

La existencia de un comercio mundial la proporcionaron la implantación del ferrocarril y la navegación moderna. Estos dos fenómenos se produjeron con el uso de la máquina de vapor.

· La ciencia económica es la búsqueda del verdadero origen de la riqueza. En la revolución industrial se conseguía un aumento de la producción gracias a la nueva división del trabajo.

Ya en el s. XVIII Adam Smith halló en la reducción del coste humano durante el proceso la clave para una mayor producción. Por otro lado tenemos las ideas de J. J. Rousseau sobre el hombre natural y el social, y el encontrar la base de todos los males en la propiedad privada. Según la teoría de Rousseao para controlar el nuevo hombre social producto de la propiedad privada serán necesarias leyes, gobierno y estamentos de control ya que este nuevo pensamiento es egoísta y creará desigualdades.

· La libertad económica, producirá unos cambios sociales. Las nuevas leyes del libre comercio lleva a la nueva clase social dominadora (burguesía) a invertir el capital en nuevos y cada vez más costosos sistemas productivos. Todo esto lleva a que la clase burguesa cada vez sea más adinerada y la clase trabajadora, el proletariado esté más castigada para disminuir los costes de producción. Hay una mayor desigualdad social.

CONTEXTO POLÍTICO Y CULTURAL

Este nuevo orden establecido que castiga duramente y deja en condiciones infrahumanas al proletariado conducirá a revoluciones político sociales y al nacimiento de los movimientos obreros

· Las revoluciones sociales se llevan a cavo durante este s. XIX, su punto álgido es en 1848. En este año en Polonia Italia, España y Alemania se producen revoluciones del proletariado. La más significativa fue la de febrero en París. Esta revolución convocó en el nuevo gobierno de Luis Bonaparte.

· En respuesta a esta desigualdad y al sufrimiento de la clase obrera se crean diversas teorías dirigidas a un cambio social conocidas como movimientos obreros. Cabe destacar que Marx y Engels escriben el Manifiesto comunista que analiza las clases sociales presentes en las revoluciones del 48, este manifiesto se convierte en una llamada de atención a la conciencia del mundo obrero. En 1864 se crea la Primera Internacional con obreros de Francia, Inglaterra, Italianos y Alemanes.

CULTURAL:

En el siglo XIX se impone el Romanticismo como forma de concepción del mundo. Sus precedentes son Rousseau y Goethe.
Durante la primera mitad del siglo el pensamiento dialéctico de Hegel es el dominante. Este pensamiento nos lleva a la ruptura de los límites del conocimiento, enfrentándose así a lo establecido por el criticismo de Kant.
En la segunda parte del XIX dominada el positivismo de Auguste Comte. Este autor nos planteaba una antimetafísica que se atiene a los hechos y la regularidad en los que se basa la ciencia.
El siglo XIX es el siglo de las ciencias. Se realizan unos grandísimos avances en diversoso terrenos como son la física y la química. Se escribe la teoría de la evolución de las especies por Lamarck y Darwin y se descubre la célula. También hay avances en geografía y lingüística por autores como los hermanos Humboldt, y en ciencia histórica donde destacan los hermanos de Leopold von Ranke. Se crea la sociología, ciencia suprema desde el supuesto de Comte de que la sociedad es la realidad última del . En literatura se elimina toda fantasía y las nuevas tendencias tienden a retratar la realidad de la sociedad.

CONTEXTO FILOSOFICO
- HEGEL:

conexión con la dialéctica kantiana.
Georg Wilhelm Hegel (1770-1831) nació en Stuttgart y estudió teología y filosofía en la Universidad de Tubinga. Aquí vivió y fue partícipe de la revolución francesa a sus 19 años. Fue profesor de Filosofía en dos universidades. Es necesario mencionar algunas de sus obras como son: Fenomenología del espíritu, Ciencia de la lógica, Enciclopedia de las ciencias filosóficas y Principios de la filosofía del derecho.
-Filosofía de la Historia:
LA primera aportación del pensamiento hegeliano es una nueva concepción de la naturaleza humana desde el punto de vista histórico.

Kant delimitó un ajeno a la causalidad, que es el ámbito de la moralidad, y dejó planteado el gran tema de la filosofía posterior, que es la historia. Sin embargo, para Kant el ser humano se encuentra permanentemente dividido entre el ser y el deber ser, finalmente postula una realidad en la que la voluntad es libre. Para Hegel, esta división no es propia de la naturaleza humana, sino que se origina en la historia y es allí donde se puede encontrar su superación, de esta formael hombre podría realizarse como ser moral libre.
-La dialéctica histórica:

La historia no es una secuencia de causas y efectos, tiene una lógica interna y ha de entenderse como un proceso de desarrollo y superación. Para entender la historia hay que hacerlo de una forma dialéctica. El único precendene histórico lo encontramos en Heráclito: las cosas no son, sino que devienen, lo que hay es devenir.

Hegel llama dialéctica a este proceso de realización y superación y en él distingue tres momentos: la tesis o afirmación, la antítesis o negación y la síntesis, negación de la negación o superación, que a su vez se convierte en una nueva tesis que será negada.

TESIS--------ANTÍTESIS-------TESIS--------ANTÍTTESIS

-El conocimiento dialéctico:

Para Kant el conocimiento es relativo al sujeto: no conocemos la cosa en sí, sino el fenómeno. Sin embargo en la dialéctica trascendental reconocía Kant la tendencia irrenunciable de la razón al conocimiento absoluto, aunque lo sabía irrealizable.

Hegel sólo es verdadero conocimiento el conocimiento absoluto. La dialéctica es la ley del pensar verdadero: pensar y ser se identifican. Sólo se puede alcanzar ese conocimiento verdadero superando la distinción entre el sujeto y el objeto y concibiéndolos como una misma cosa.
El espíritu como sujeto: el idealismo absoluto.

Convertida la sustancia en sujeto y no pudiendo ser la actividad de éste otra cosa que el conocimiento de sí mismo, el sujeto es epíritu.
Hegel utiliza Geist y también , para referirse al sujeto de lo real. La razón o idea late en el corazón de la realidad, adecuándose la razón y la realidad: “todo lo racional es real y todo lo real es racional” afirma Hegel.

Hegel distingue tres momentos en la última etapa ya comentada:
- El espíritu subjetivo: el espíritu se expresa a través del individuo humano como libertad y pensamiento.
- El espíritu objetivo: es la racionalidad plasmada en el derecho. El espíritu subjetivo culmina en el , pero ese querer libre necesita del ámbito objetivo racional para poder realizarse. El individuo sólo es libre en el Estado racional.

Hegel ve en la pólis griega la primera figura histórica de ese logro armónico de libertad individual dentro de la sociedad democrática. Pero el individuo de Grecia no llegó a la conciencia ni a su libertad sujetiva por lo que esa armonía era sólo formal. Sin embargo el Cristianismo es la figura histórica en que aparece la libertad subjetiva del individuo. La igualdad de los hombres como hijos de un Dios Padre fundamenta tanto el rechazo de la esclavitud e igualdad de derechos como la garantía de una profunda libertad de subjetiva inalienable y sagrada.
- El espíritu absoluto: momento de plenitud en la realización final del espíritu alcanzando la autoconciencia a partir del arte como manifestación sensible, la religión siendo cuando se pasa de la representación estética a la interioridad del sujeto y la filosofía como la reconciliación definitiva y perfecta en la que el espíritu alcanza la autoconciencia.

- La izquierda hegeliana.

- La racionalización del cristianismo:

La inspiración religiosa de la filosofía hegeliana provocó un movimiento de renovación una reacción contraria en la teología, la de la izquierda hegeliana, integrada por jóvenes liberales que pretenden tomar lo revolucionario de Hegel sin sus ideas religiosas.
En 1835 Friedrich Strauss publica Vida de Jesús, en la que se reducen los milagros y la figura de Jesús. El sentido del dogma de la encarnación se invierte: no es que el infinito absorba lo finito, sino que desde lo finito y natural ha de interpretarse lo sobrenatural y divino.
La racionalización del cristianismo llevada a cabo por la obra de Strauss provocó la aparición del llamado Club de los Doctores, formado por jóvenes liberales en contra de la censura y defensores de separar la Iglesia del Estado. Uno de sus mayores representantes fue Ludwig Feuerbach que es contrario a la filosofía de Hegel, para él, deforma la realidad sustituyendo la vida por conceptos. Feuerbach invierte la dialéctica poniendo lo sensible y finito e el lugar de hegeliana.

La crítica al sistema hegeliano se centra en la teología. La esencia del cristianismo de Feuerbach, que daba cuenta del hecho de la religión desde una antropología racional elaborada con el método dialéctico hegeliano. La religión es la del infinito para el Hombre, pero el infinito es la conciencia difusa de la esencia humana. El hombre proyecta fuera de sí las propiedades de la esencia humana en . Todos aquellos atributos que encontramos en la divinidad son las aspiraciones del Hombre como la verdad absoluta, la creatividad, la justicia, el amor ,etc...todo esto se refleja en las cualidades divinas como la sabiduría infinita. Dios es para Feuerbach la objetivación de la esencia genérica humana, y por tanto, un momento necesario del proceso de autoconciencia del hombre. Por ello la religión precede a la filosofía tanto histórica como individualmente.

Pero ese momento de objetivación es a la vez alienación, pérdida de sí mismo: el hombre se aliena en Dios, enajena o pierde su esencia en un ser que se le contrapone y al que obedientemente se somete. Según Feuerbach, la esencia del cristianismo, es la búsqueda por parte del hombre de su propia esencia, y el progreso de la religión concluye en el momento en que el hombre conquista su esencia al descubrir el significado antropológico de la religión.

-Consecuencias en Marx:

Las principales influencias en el pensamiento y en la obra marxista son las siguientes:

1_ La obra escrita de Kart Marx es una síntesis del socialismo francés y de la economía política inglesa, llevada a cabo con el método dialéctico de Hegel.
2_Marx busca una superación del idealismo y del materialismo en las Praxis como una nueva manera de pensar.
3_La naturaleza humana no se concibe como una esencia inmutable, sino como realidad social e histórica.
4_La historia de la humanidad para Marx es el proceso dialéctico en que el hombre produce su propia vida en diversas formas sociales.
5_Marx desenmascara la opresión de la clase trabajadora, ocultada detrás de formas ideológicas.
6_Marx encuentra en la propuesta revolucionaria de una sociedad sin clases la culminación del proceso de liberación del ser humano.

Contexto Ortega (debido a Miguel)

1.1. CONTEXTO HISTÓRICO (SOCIO-POLÍTICO):
El siglo XIX es una periodo de cambio en el que aún siguen vigentes las corrientes tradicionalistas representadas por la nobleza y el clero pero también toman fuerza la burguesía y el movimiento obrero. La burguesía opta por un Estado de carácter liberal que no entre en las relaciones de producción ( capitalismo, mercado libre). Las ideas anarquistas y socialistas alrededor de las cuales se agrupan los movimientos obreros piden un cambio más profundo que acabe con las diferencias sociales con un nuevo sistema de relaciones.
Las opciones burguesas aunque coincidiendo en lo antes expuesto se agrupan en dos bandos definidos. Son los liberales y los conservadores, liderados en España por Sagasta y Canovas respectivamente. Estas dos opciones políticas gobernaran alternativamente durante el sistema de la Restauración lo que es el reflejo de unas fuertes tensiones sociales.
En lo que respecto al desarrollo económico, en España hay un notable retraso respecto a las potencias europeas. El mercado español apenas tiene aportación internacional excepto el sector textil de Cataluña y el minero del País Vasco. Este retraso es debido a la situación excéntrica de España con respecto a Europa y la tardía llegada de la revolución industrial, al igual que algunas decisiones de carácter político referidas a infraestructuras ( ferrocarril poco rentable) o medidas proteccionistas (entrada de capital extranjero, ganancias fuera de España).
El siglo XX es la época en la que se produce el “éxodo rural”, esto es la gran migración de la masa social del medio rural a los núcleos urbanos en busca del trabajo que ofrece la industria. Pero también hay que nombrar la emigración que se produjo hacia países americanos por la falta de trabajo.
Este siglo es un periodo en el que se producen algunos sucesos que marcaron la sociedad como son principalmente tres: nacionalismos, guerra de Marruecos y el “problema social”. Los nacionalismo venían desde el silo anterior y se radicalizaron y tomaron carácter político en éste, localizándose principalmente en el País Vasco, Cataluña y Galicia. La guerra de Marruecos fue una guerra muy mal gestionada con una gran corrupción y poco estrategia militar que, aparte de un malestar general en la sociedad, acarreó problemas internos en el ejercito. El problema social venía dado por las diferencias sociales y afectaba principalmente al proletariado y a los campesinos.
Al comenzar el siglo hay un cambio de monarca coronándose Alfonso XII como rey de España. Tras la gestión mediadora que ejerció su padre este nuevo rey toma grandes decisiones políticas por un deseo regeneracionista, pero la inestabilidad política no solo no cesó sino que aumento. Finalmente en 1923 el golpe de estado de general Miguel Primo de Rivera fue bien recibido por casi todas los grupos sociales debido a la grandísima inestabilidad y problemática social que había en el momento llegando a haber muertos y detenidos con muchas intervenciones militares.
Con el fin de la dictadura y por tanto de la monarquía que la había apoyado se proclamó la II República con tres periodos distinguibles:
• El primer periodo es un gobierno liberal y se emprenden nuevas reformas agrarias, de educación y que afectaban incluso a la infraestructura política del país. Pero estas reformas fueron demasiado ambiciosas y progresistas y provocaron un fuerte malestar en el ejercito y la derecha española. La opinión pública se fue polarizando en dos grupos irreconciliables.
• El segundo periodo esta gobernado por dirigentes de derechas que frenan todas las reformas antes iniciadas y ejercen una represión a los movimientos anarquistas y de izquierdas.
• Tras ganar las elecciones del 36 el Frente Popular los grupos de derechas apoyan el levantamiento militar que encabeza el general Francisco Franco que provocaría una larga Guerra Civil (1936-39).
Tras la guerra civil que ganan los nacionales o sublevados se extiende un periodo que llegará hasta 1975 con un sistema dictatorial dirigido por Franco.
1.2. CONTEXTO CULTURAL:
La situación cultural en España estaba marcada por la nueva postura del estado que había sido proclamado confesionalmente católico en la constitución de 1812 y el Concordato Iglesia-Estado de 1851. Esto repercutió en la enseñanza ya que los alumnos estudiaban al modo neoescolástico, respetando la doctrina oficial de la iglesia católica. En 1864, se publicó el documento llamado Quanta cura que condenaba el indiferentismo, defiendo que cualquier religión es válida para alcanzar la salvación, así como la idea de una soberanía popular y el comunismo. También se publicó el Syllabus donde se criticaban al neoliberalismo y , el comunismo, la cultura moderna y una serie de libertades de la sociedad.
Un movimiento de gran importancia y repercusión en la generación del 98 a la que pertenece Otrtega y Gasset es el Krausismo. Éste más que un movimiento filosófico es un movimiento de renovación y reforma que basándose en la razón busca una base filosófica sobre la que construir una España distinta. Este movimiento fue introducido en España por Julián San del Río que fue enviado a Alemania para su formación con el fin de ocupar una catedral filosófica y allí entro en contacto con la filosofía de Karl Christian Friedrich Krause, padre del Krausismo. Las ideas introducidas por Sanz de Río marcaron a un grupo de gente defensores de la libertad de cátedra, que habían sido destituidos de la universidad de Alfonso XIII, que más tarde en 1876 formarían la institución Libre de enseñanza.
Al frente de esta nueva Institución se sitió Francisco Giner de los Ríos como primer presidente. Las bases de esta institución era formar a las elites intelectuales de España en un ambiente de libertad y orientada a una transformación del país. Para Girner la educación es la única forma que hay de reformar el país. LA educación será libre, alejada de intereses religiosos, políticos o ideológicos ,se proclama la libertad de cátedra, la inviolabilidad de la ciencia y el respeto a la conciencia individual. Todas estas reformas están orientadas a un desarrollo integral de la persona, a buscar la libertad del alumno, que sea autónomo, crítico y racional. El alumno formado en esta institución será ciudadano comprometido con la política y no dudará en exigir al estado lo que necesita para cumplir su fin racional.
En la Institución Libre de Enseñanza se formaron algunos hombres que cobraron importancia en el panorama político y cultural de la época. Algunos nombres destacados fueron Joaquín Costa, Leopoldo Alas Clarín, Manuel y Antonio Machado, Azorín, Manuel Azaña, Juan Ramón Jiménez Jiménez, Ramón Pérez de Ayala, José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, etz.
La institución desarrolló el programa educativo durante la II República y creó la Escuela Superior de Magisterio, las Misiones Pedagógicas y la Residencia de Estudiantes, donde estudiaron algunos grandes personajes antes nombrados y otros como Federico García Lorca o Severo Ochoa.
Unamuno es uno de los máximos representantes de la generación del 98, Este grupo de autores busca un arte concienciado social y políticamente, niega la mitificación del pasado español y busca desde perspectivas distintas el ser de España. El pensamiento de este autor se ve tanto es sus ensayos como en el resto de los géneros literarios. En sus textos se ve la problemática filosófica, la agonía del hombre en su deseo de inmortalidad, de sentido, de verdad.
Los textos de Ortega pertenecen a una vanguardia conocido como Novecentismo, se ve una belleza literaria que puede ocultar el carácter filosófico y un lenguaje vulgar que es el sustrato original del lenguaje, desde el que se puede ver el mundo. Ortega quería que la filosofía echase raíces en España para lo que utilizó los medios de comunicación como creadores de opinión, esto obliga a analizar también sus conferencias y artículos periodísticos para comprender su pensamiento.

2. CONTEXTO FILOSÓFICO DE ORTEGA
Tras su doctorado en la Universidad de Filosofía y Letras de Madrid Ortega viaja a Alemania dónde entrara en contacto, mediante su maestro Hermann Cohen en Marburgo, con las corrientes neokantianas, a las cuales admirará pero a la vez criticará radicalmente. Esta postura defiende una postura de superación de positivismo y del materialismo haciendo una pequeña síntesis de ambas.
En Berlín tambien será influenciado por George Simmel y tomará su posición respecto a la total veracidad de los valores, siendo nosotros quienes los percibimos de manera relativa, lo que nos da una visión limitada de la total verzcidad. Esto es el perspectivismo de Ortega.
Otros tres filósofos influyeron en él: de Husserl heredó la fenomenología; de Dilthe tomó el historicismo y su reflexión sobre la vida y de Heidegger un nuevo replanteamiento de las cuestiones ontológicas. En los tres casos esa influencia no careció de una crítica y rectificación.
Ortega estaba interesado en el vitalísmo, el historicismo y el existencialismo, por lo tanto dentro de las corrientes de la Fenomenología tomó los referentes de Husserl, Dilthey, Bergson y Heidegger. Para Husserl la fenomenología es un método que permite “ver” la otra realiad.
Ateniéndose a lo ya comentado, Ortega pretende ser el formador de la nueva España que debe mirar al futuro superando su actual decadencia. Para esto quiere cambiar los hábitos mentales de sus compatriotas y en esto tendrá como referente la figura de Unamuno.
Unamuno se considera como poeta y no como intelectual, se opone a la ciencia y la lógica defendiendo el misterio que escapa al mensaje conceptual, defiende el mito. Se contrapone a Ortega cuando éste dice que el estadio religioso-metafísico ha sido superado y defiende que estamos en el estadio científico-positivo. Ortega enfrenta al mito con el concepto. Podríamos decir que el primero es un sentidor y el segundo un razonador. Entre ambos hubo una constante disputa intelectual, pero cuando Unamuno fue condenado al destierro Ortega fue gran defensor suyo.
La diferencia entre ambos autores se encuentra en el enfoque que le dan a la renovación europea: Ortega se centra en la razón vital Unamuno en el irracionalismo. Las principales diferencias entre ambos se encuentran en la posturas que adoptan ambos respecto a la situación de España en Europa, las luchas sostenidas entre europeizantes e hispanizantes.
Para Unamuno es necesario que España se integre en Europa, peor siempre conservándose a sí misma defendiendo sus tradiciones. Pero no la historia que la engrandece, que recuerda las azañas del Cid y habla del gran imperio español que un día dominó el mundo, la historia debe ser la de los hombres y mujeres sin historia, la de los labradores, la pobreza del campo y su cotidianidad.

Términos en Marx

Relación de términos relevantes en el "Prólogo": (En el texto no siempre aparecen explicitamente sino que a veces se alude indirectamente a ellos).

Socialismo utópico
Idealismo filosófico
Materialismo filosófico
Sociedad civil
Economía política
Fuerzas productivas
Relaciones de producción: ("Relaciones esenciales", "relaciones sociales de producción", "relaciones de propiedad", "relaciones burguesas de producción")
Formas sociales de conciencia
conciencia
Estructura económica (Inraestructura)
Superestructura ideológica (Región ideológica y R. jurídico-política)
Modo de producción
Alienación económica
Alienación jurídico-política
Alienación ideológica
Materialismo dialéctico
Relaciones técnicas de producción
Lucha de clases
Clases sociales
Ideología
Materialismo histórico
Dialéctica
Formación social y económica
Alienación

Pueden ser de utilidad las definiciones propuestas aquí por Javier Echegoyen Olleta

CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DEL MATERIALISMO HISTÓRICO
El ser humano extrae de la naturaleza sus bienes para subsistir pero no es autosuficiente por lo que se asocia con otros individuos (sociedad) para satisfacer sus necesidades vitales. Esto genera un modelo de relaciones económicas: una división social del trabajo y una forma de reparto de la riqueza producida.
Veamos cuáles son las categorías que Marx elabora para poder comprender este proceso:
1. Factores de producción. Son aquellos que intervienen en la producción o proceso de trabajo y mediante los cuales se transforma un objeto en un producto útil. Son:
a. La materia prima. Es el objeto sobre el que se trabaja.
b. Los medios de producción. Es el conjunto de cosas, instrumentos, útiles, maquinaria, etc. junto con la tecnología o técnica (como saber)
c. La fuerza de trabajo. Es la energía humana empleada. La constituyen los sujetos de la actividad productiva. En la historia, cronológicamente, han sido: esclavos, siervos y trabajadores.
2. Fuerzas productivas. Son el resultado o la combinación de los dos factores anteriores: la fuerza de trabajo (energía humana) y los medios que tienen los trabajadores para desarrollar su trabajo. Este concepto resume la capacidad tecnológica (fuerza humana de trabajo y formación técnica, instrumentos y medios de trabajo…) de la que dispone una determinada formación social en un momento histórico concreto para resolver las necesidades de producción. Indica el nivel de desarrollo de cada época.
En la historia se observa un largo proceso de desarrollo de las fuerzas productivas y una progresiva división social del trabajo (son dos constantes del desarrollo histórico), proceso que se incrementa y acelera de forma especial con la revolución industrial y el modo de producción capitalista.
3. Relaciones de producción. Son las relaciones que se establecen entre los miembros de una sociedad histórica concreta en la realización de las actividades que aseguran, en un sentido amplio, la producción social de la vida (la satisfacción de sus necesidades) según un determinado modo de producción. Estas relaciones vienen determinadas por el lugar que se ocupa en la división social del trabajo (que es lo que a cada uno le toca hacer en ese concreto modo de producción) y en el intercambio, la distribución y la apropiación del beneficio social (la parte que se lleva cada cual del producto global) obtenido para satisfacer las necesidades de los distintos miembros de la sociedad. Las relaciones de producción tienen su expresión jurídica en las relaciones de propiedad.
Marx atribuyó una importancia decisiva a las transformaciones en el desarrollo de las fuerzas productivas de las que hacía depender en gran medida los cambios en el orden de las relaciones de producción.
La desigual distribución del trabajo y del beneficio, que caracteriza las relaciones de producción de las sociedades donde existe la propiedad privada de los medios de producción comporta la existencia de clases antagónicas (esclavo / hombre libre; siervo / señor; proletario / capitalista) y la lucha de clases como fuente permanente de conflictos sociales y motor de la historia con sus correspondientes efectos en otras manifestaciones de la vida social.
Las relaciones de producción expresan las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos de un modo de producción determinado siendo estas relaciones:
a. Conflictivas. El trabajador vende su fuerza de trabajo al precio y condiciones que establezca el propietario de los medios de producción: relación explotador / explotado.
b. Antagónicas. Unos defienden la propiedad de los medios de producción como algo exclusivo y otros como algo colectivo.

Comparación entre Descartes y Hume

El cartesianismo de Hume

A pesar de que tendamos a simplificar el pensamiento de los autores que estudiamos, reduciéndolos a unos cuantos principios y acentuando las diferencias entre ellos, lo cierto es que Hume se sitúa en continuidad con el proyecto cartesiano en algunos elementos cruciales de su filosofía, aunque en otros se distancia considerablemente.
En primer lugar, al colocar el estudio de la naturaleza humana como elemento clave del saber, Hume asume el giro subjetivo que había introducido Descartes, y que estará presente de un modo u otro en toda la filosofía moderna. El filósofo francés dictaminó que toda la reflexión filosófica debía comenzar por un movimiento de introspección en el que se pusiera en claro aquello que el hombre encuentra en sí mismo y que, por lo tanto, le resulta absolutamente inmediato y evidente. De ahí que a la filosofía moderna se la haya caracterizado como una filosofía de la conciencia.
En el marco de este giro subjetivo, Hume admite el principio cartesiano de que" el conocimiento lo es en primer lugar de ideas". Aquí está contenido el germen idealista de Hume. Oponiéndose al realismo, sostiene que lo más inmediato e incuestionable que aparece en el análisis del conocimiento son los contenidos de la propia conciencia, es decir, las ideas. La tarea que se plantea entonces, tanto a Descartes como a Hume, es explicar la conexión entre las ideas y los objetos del mundo real. En esta explicación Hume se separa de Descartes.
En segundo lugar, Hume también "hereda" de Descartes un principio que le conduce hasta el atomismo de las impresiones. Descartes entiende que "lo que se puede concebir como independiente de otra cosa, puede existir independientemente". En el caso de Hume, no ya Descartes, "todas nuestras percepciones distintas son existencias distintas".
Este principio, junto con la tesis de Hume de que "la mente no percibe jamás conexión real alguna entre existencias distintas", tiene como resultado el atomismo de las impresiones: sólo hay impresiones (vivencias), que generan ideas, y cuyas conexiones internas no se pueden conocer. En el sujeto sólo existen tendencias naturales a asociarlas de determinada manera (leyes de asociación de ideas).

El empirismo de Hume

Hume interpreta a Descartes en términos empiristas cuando, siguiendo a Locke, establece que la única fuente para el conocimiento del mundo real es la experiencia. La razón es un mero órgano receptor y organizador de datos.
Así queda patente también a propósito de la naturaleza humana, cuando entiende que "la única fundamentación sólida que podemos dar a esa misma ciencia [del hombre] deberá estar en la experiencia y la observación..., no podemos ir más allá de la experiencia, ni establecer principio alguno que no esté basado en esa autoridad".
Pero el tipo de empirismo que desarrolla Hume es psicológico. Esto significa que lo que constituye el centro de sus reflexiones sobre el conocimiento no es la relación de las ideas entre sí (aspecto lógico), ni las conexiones de éstas con los objetos reales (aspecto epistemológico). Sus intereses van dirigidos más bien a determinar cómo es el proceso de génesis y tratamiento de una idea: qué facultades intervienen en la formación de ideas, qué camino sigue una idea hasta aparecer en la conciencia, qué interferencias se producen en el manejo de las ideas por la conciencia, de qué mecanismos dispone la mente para formar nuevas ideas, etc. Este es el aspecto psicológico del conocimiento.
Locke, siguiendo a Descartes, había entendido por idea todo contenido de la conciencia. Hume introduce una corrección que tiene resultados espectaculares. Distingue entre impresiones e ideas.
Establecida esta distinción, Hume da un paso decisivo al establecer como criterio de verdad la correspondencia entre ideas e impresiones. Una idea es válida (= verdadera), es decir, representa un objeto real, si y sólo si tiene una impresión correspondiente que el objeto ha proporcionado a la mente del sujeto. La impresión se constituye en criterio de realidad. Para Hume realidad es impresión. La mente tiene capacidad (e incluso a veces necesidad) de fantasear, es decir, de crear ideas nuevas no basadas en impresiones. Para ello dispone de diversos mecanismos.
Pero es preciso adoptar rigurosamente el criterio mencionado para poder distinguir entre ideas con pretensión de verdad, validez y realidad (ideas que corresponden a impresiones), e ideas sin dicha pretensión. Esta es la esencia de su empirismo.

Importancia de Descartes en la historia del pensamiento.

La filosofía racionalista inspirada en Descartes sirvió para superar una gran carga de prejuicios que servía de lastre al pensamiento. Cayó, sin embargo, en un optimismo exagerado y pretendió aplicar los moldes racionales a toda la realidad, a pesar de que muchos aspectos de la realidad no se acomodan a esos moldes. En el haber de Descartes se cuenta una nueva noción del sujeto de conocimiento. Los filósofos de la Antigüedad y el Medievo consideraron lo objetivo, lo real, el mundo externo, como lo_primariamente dado. De ahora en adelante será al revés, lo objetivo queda desplazado por el protagonismo del sujeto. Con ello, podríamos considerar a Descartes como el padre del psicologismo de los empiristas ingleses, de la inmanencia en el sujeto de los alemanes y la antropología filosófica moderna, sin olvidar en esta búsqueda del yo los importantes antecedentes renacentistas que se remontan al propio S. Agustín. De todos modos, para que de la res cogitans cartesiana se llegue al "haz de percepciones" de Hume, al "yo trascendental" de Kant, al "yo absoluto" de Fichte, habrá que hacer profundos cambios.
Hegel, en su Historia de la Filosofía, considera a Descartes como el origen de la filosofía moderna, cuyo mérito fue partir del pensamiento sin presupuestos. Aunque le critica que, a pesar de partir de la conciencia, no deduce los contenidos de conciencia a partir de la razón misma o pensamiento, sino que los acepta empíricamente: el "yo cartesiano" es un yo empírico. Descartes es sólo una etapa en el desarrollo del idealismo absoluto, pero una etapa imprescindible.
Husserl verá en las Meditaciones de Descartes un punto crucial en la historia del método filosófico, porque comprendió la importancia de un punto de partida centrado en el sujeto. La filosofía tiene que empezar por las meditaciones del yo, que reflexiona sobre sí mismo. Descartes comienza por "poner entre paréntesis la existencia del mundo material" y por tratar alas cosas como fenómenos de un yo consciente. Como en Husserl el yo va a ser consciencia pura, "subjetividad trascendental", la importancia de Descartes como precursor de la fenomenología moderna es grande.

Teoría cartesiana necesaria para el comentario propiamente dicho (pregunta 2) Esta os la podeís estudiar por el libro

RACIONALISMO Y AUTONOMÍA DE LA RAZÓN

I. Introducción: El comienzo de la Modernidad

Con Descartes, en el s. XVII, comienza la filosofía moderna. En palabras de Hegel:
«Con Descartes entramos [...] en una filosofía propia e independiente. [...] Esta filosofía erigida sobre bases propias y peculiares abandona totalmente el terreno de la teología filosofante [...] para situarse al otro lado. [...] Este pensamiento [...] se afirma y se hace fuerte como tal, relegando a segundo plano y rechazando como ilegítima la exterioridad muerta de la autoridad.» [Lecciones sobre la historia de la filosofía, III].
La nueva etapa del pensamiento que Descartes inaugura se caracteriza por la autonomía absoluta de la filosofía y de la razón frente a las autoridades religiosas o civiles tradicionales. A partir de ahora, la razón no se sentirá sometida a otra autoridad distinta de ella misma. La razón se considera el juez supremo a quien corresponde determinar lo verdadero y
conveniente en el conocimiento, en la vida política y en la moral. Matemáticas y Geometría ejemplifican ahora el ideal del nuevo saber a fomentar.
Por Racionalismo se entiende la primera corriente filosófica de la Modernidad (s. XVIII),inaugurada por Descartes y a la que pertenecen también Leibniz, Espinosa y Malebranche.Sostiene que nuestros conocimientos válidos y verdaderos sobre la realidad no proceden de los sentidos, sino de la razón, de nuestro entendimiento.
Dos afirmaciones fundamentales respecto al conocimiento:
[1ª] Nuestro conocimiento acerca de la realidad puede ser construido deductivamente a partir de ciertas ideas y principios evidentes, independientes de la experiencia )ésta sólo proporciona materiales necesarios, pero confusos).
[2ª] Las ideas y principios son innatos al entendimiento: éste los posee en sí al margen de toda experiencia sensible.
A esto se llama innatismo: hay ideas innatas, connaturales al entendimiento, que no son generalizaciones a partir de
la experiencia sensible.
El racionalismo se opone al «Empirismo» )la respuesta surgida en el s. XVIII al racionalismo del XVII. Principales representantes: Locke, Berkeley y Hume. Mantiene que todos nuestros conocimientos proceden, en último término, de los sentidos, de la experiencia sensible).

1. Vida y obras de Descartes
Nace el 31-3-1596. Tercer hijo de un consejero del Parlamento de la Bretaña. Entre 1604-1612 estudia en La Flèche, con los jesuitas, sobre todo lógica, filosofía y matemáticas. Desde el inicio, fue un estudiante bien dotado y deseoso de adquirir conocimientos:
«Aunque sometió a fuertes críticas la educación tradicional que había recibido (tanto que, al dejar el colegio, renunció
durante algún tiempo al estudio) no sintió resentimiento hacia sus maestros ni desprecio por su sistema de educación. (...)
Siempre habló de los jesuitas de La Flèche con afecto y respeto, y consideraba su sistema de educación como muy superior al que proporcionaban la mayoría de las demás instituciones pedagógicas. Por sus escritos queda claro que había recibido la mejor educación posible dentro de la estructura tradicional» [Coplestone].

Repasando lo aprendido, descubrió que no estaba basado en fundamentos sólidos. Irónicamente dice:
«La filosofía nos enseña a hablar con una apariencia de verdad sobre todas las cosas,y hace así que seamos admirados por los menos sabios». «Aunque ha sido cultivada durante siglos por los mejores espíritus, no encontramos todavía en ella ninguna cosa sobre la cual no se dispute, y que no sea, por tanto, dudosa».
El 10-11-1619, tres sueños consecutivos le convencieron de que su misión era la búsqueda de la verdad mediante el empleo de la razón (cuando tuvo la oportunidad de reflexionar mucho en solitario, siendo soldado del ejército de Maximiliano de Baviera, en Neuberg, junto al Danubio). Desde 1628 vivió en Holanda, donde permaneció hasta 1649.
Escribió:
* El tratado sobre el mundo, no publicada hasta 1677 por la condena de Galileo.
* Discurso sobre el Método y la recta conducción de la Razón y la búsqueda de la Verdad en las Ciencias, 1637, junto con
ensayos sobre los meteoros, la dióptrica y la geometría.
* Reglas para la dirección del espíritu. Parecen escritas en 1628, aunque publicadas póstumamente.
* Meditaciones Filosofía Primera, en latín, junto con una serie de críticas y objeciones por
parte de los teólogos y las respuestas de Descartes a ellas.
* Otra edición de las Meditaciones, junto con la séptima serie de objeciones y respuestas de Descartes.
* Principios de Filosofía, en 1644, en latín. Traducidos en 1647 al francés por el abad Claude Picot.
* Las pasiones del alma, 1649.
* La búsqueda de la verdad por la luz natural,diálogo inacabado. En 1701 apareció una traducción latina.
En septiembre de 1649 se trasladó a Suecia, a invitación de la Reina Cristina. Los rigores del invierno, junto con la práctica de la reina de hacerle acudir a las cinco de la mañana a la biblioteca (él, que estaba acostumbrado a pasar
mucho tiempo en la cama), fueron demasiado para él y no pudo resistir un ataque de fiebre a finales de enero de 1650. El 11 de febrero murió.
Siempre fue hombre moderado y de disposición agradable. Nunca se casó, porque entendió que una vida retirada y tranquila era esencial para su obra. Siempre profesó la fe católica y tuvo una actitud respetuosa al hacerlo. No parece que su
objetivo deliberado fuera construir un nuevo sistema filosófico enfrentado a los dogmas católicos tradicionales. En general, evitó siempre las discusiones puramente teológicas. Opinaba que el camino del cielo está tan abierto tanto a
las ignorantes como a los doctos, y que los misterios revelados exceden a la comprensión humana. Como filósofo y matemático, no teólogo, se ocupó de problemas que, en su opinión, pudieran ser resueltos con la luz de la sola razón.

2. EL OBJETIVO DE DESCARTES
! El logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón. («Quería dedicarme por entero a la búsqueda de la verdad». D.M., 4.) Intentaba desarrollar un sistema de proposiciones verdaderas en el que no se diese por supuesto
nada que no fuera evidente por sí mismo e indudable. Todo el edificio debía reposar sobre un fundamento seguro, de forma que el sistema fuera impermeable a los ataques corrosivos del escepticismo.
! Su concepción de la filosofía: «Filosofía significa el estudio de la sabiduría, y por sabiduría entiendo no solamente la prudencia en la acción, sino también un conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre puede conocer, tanto
para orientar su vida y conservar su salud como para la invención de todas las artes» (P.F., Carta Prelim.).
! Filosofía incluía en Descartes no sólo la metafísica, sino también la física o filosofía natural, (= el tronco del árbol de las ciencias), de la que se derivan la medicina, la mecánica y la moral. Por moral, «entiendo la más alta y más
perfecta ciencia moral que, presuponiendo un conocimiento completo de las demás ciencias, es el último grado de la sabiduría» (Ibid.). Reconoce un gran valor práctico a la filosofía. Cree que debe «abrir a cada uno el camino por el que
pueda encontrar en sí mismo, y sin tomarlo de otro, todo el conocimiento que le es esencial para la dirección de su vida» (B.V.;A.T., IX B,3. Pero nunca elaboró una ciencia moral sistemática, de acuerdo con su propio plan.
Es indudable que, al menos en cierto sentido, rompió deliberadamente con el pasado.
[1º] Decidió comenzar desde el principio, sin confiar en la autoridad de ningún filósofo anterior (el exceso de confianza en Aristóteles hasta ese momento había provocado muchos retrasos en filosofía y en la ciencia en general, sobre todo en Astronomía y en Física). Prefería confiar en su propia razón que en la autoridad.
[2º] Había resuelto evitar aquella confusión de lo claro y lo evidente con lo que es solamente una conjetura más o
menos probable, de lo que acusaba a los escolásticos. Sólo admitiría el conocimiento cierto.
[3º] Pretendía alcanzar ideas claras y distintas, para trabajar sólo con aquellas y rechazar las que no tenían un sentido claro (p.ej., los escolásticos no decían nada claro al distinguir sustancia de extensión o cantidad de sustancia incorpórea.
! Descartes concedió poco valor al saber histórico o libresco en general. Romper con el pasado no significaba rechazar todo cuanto otros filósofos habían tenido por verdadero. No pretendió nunca ser el primer hombre que descubriese proposiciones filosóficas verdaderas. Sólo quería encontrar y aplicar el método adecuado para la búsqueda de la verdad, un
método que le capacitaría para demostrar verdades en un orden racional y sistemático, independientemente de que antes hubieran sido conocidas o no. Así podría construir una filosofía cierta y bien ordenada, con la que oponerse al escepticismo, más que al escolasticismo.
! Su ideal: un sistema orgánicamente conectado de verdades científicamente bien establecidas, ordenadas de tal modo que la
mente pase de verdades fundamentales evidentes por sí mismas a otras verdades evidentes implicadas por las primeras. Se trataba de hacer que las verdades se ajusten a un esquema racional, del mismo modo que lo hacían las matemáticas.
3. Aspectos importantes de la filosofía cartesiana

[1º] Unidad del saber y necesidad de método
— Las distintas ciencias son manifestaciones de una única sabiduría humana.
— La sabiduría es única porque la razón humana es una sola, aunque aplicada a diversos objetos.
— Si la razón es única, interesa conocer su estructura y funcionamiento, para conocer sin error.

[2º] Dos modos de conocimientos:
— Intuición: Especie de «luz o instinto natural» por el que captamos sin posibilidad de error, y de forma inmediata, los conceptos simples que surgen de la razón misma. La intuición de las naturalezas simples es el punto de partida para la
— Deducción: Es una intuición sucesiva de las naturalezas simples y de las conexiones entre ellas. Se ejerce de dos modos: 1º) Análisis, hasta descomponer el objeto en sus elementos más simples; 2º) Síntesis, reconstruyendo deductivamente lo complejo a partir de lo simple.
Este es el único método que responde a la dinámica de la razón única. Pero sólo se ha empleado así en matemáticas, donde ha posibilitado un progreso extraordinario. Es necesario, por tanto, extenderlo a todos los ámbitos del saber. Por tanto,

[3º] Necesidad del método

— La deducción ha de realizarse según un orden para no perdernos en oscuras meditaciones.
— La construcción del sistema debe fundamentarse sobre una verdad absolutamente cierta. ¿Cómo? Eliminandotodo aquello que admita la menor posibilidad de duda.
[4º] La duda como método. Distintos niveles:
1º. Desconfianza ante la información procedente de los sentidos (cfr. 2a).
— Pero no afecta a la existencia del mundo que nos rodea, de las cosas que percibimos. Si los sentidos nos inducen a veces a error, ¿qué garantías tenemos de que no lo hacen siempre?
[± Objeción: No serán tan malos informadores cuando nos han permitido sobrevivir. Pero los márgenes de precisión y rigor exigidos por la física moderna, la astronomía, la óptica, etc. obligan a corregir mediante cálculos e instrumentos las limitaciones del sentido común: Teoría de la relatividad, geometrías de Riemann (ej. de Copérnico: la tierra gira en torno al sol y no al revés).]
2º. Imposibilidad de distinguir cuándo soñamos/cuándo estamos despiertos (posición cercana al solipsismo).
— No afecta a las verdades matemáticas, de la geometría o la aritmética (cfr. 3b).
— La viveza de algunas impresiones recibidas en sueños es extraordinaria, y ciertamente nos confundimos algunas veces.
Aunque todos tenemos criterios para distinguir la vigilia del sueño, estos no sirven para fundamentar una certeza absoluta.
[± Objeción: ¿Te parece razonable esta manera de aplicar la duda? ¿Se te ocurre algún razonamiento de sentido común en contra de este desarrollo del argumento cartesiano?]
3º. Hipótesis de un genio maligno empeñado en confundirnos y equivocarnos siempre.
— No afecta, a pesar de su radicalidad, a una primera certeza absoluta: Yo soy. Si no existiera, no podría ser engañado. Por tanto, aunque al pensar me equivoque, es innegable que «Pienso, luego existo». Esta hipótesis equivale a suponer que tal vez mi entendimiento es de tal naturaleza que se equivoca necesariamente y siempre cuando cree haber captado la verdad. Es algo parecido a lo que hará Nietzsche: suponer que el hombre está mal hecho, que es incapaz de captar la verdad y que vive de ilusiones y voluntad de poder. Pero Descartes, como racionalista, opina que el hombre, utilizando adecuadamente su razón, puede llegar a la verdad en todos los campos del saber.
[± La objeción de Kant: Pienso, luego existo no tiene por qué ser verdad: existe mucha gente que no piensa.
Parece obvio que pensar aquí se emplea en un sentido fuerte, no trivial. Se podría argumentar mejor que piedras y otros muchos objetos existen, pero no tenemos constancia de que piensen.]
4º. Análisis de la primera certeza, prototipo de las demás:
— Me descubre como cosa que piensa, distinta a la realidad exterior. Puedo dudar de todo, menos de que existe un ser que
duda. Por tanto, mi existencia está exenta de toda duda o error posible.
— Sustancia pensante: = que tiene su razón de ser en sí misma, no en nada exterior a ella; semejanza con la aristotélica en propiedades esenciales y accidentales; = mente, inteligencia, alma, razón, etc. Su actividad consiste en pensar, dudar,
entender, afirmar, negar, querer o no querer, imaginar, sentir, etc.
— Se diferencia de la realidad exterior en que su naturaleza es sólo pensar.
[± Objeción: ¿no necesita para existir de ningún lugar, cosa material, cuerpo, etc.? ¿Cómo podría ser lo que es si no
existiera el cuerpo? ¿Te parece aceptable esta forma de idealismo, que le lleva a situarse al margen de la historia y de la naturaleza, como si de una entidad matemática se tratase?]
— La primera certeza es modelo de toda verdad porque la captamos con total claridad y distinción (intuitivamente). Aquí tenemos una referencia al primer modo de conocimiento: por intuición captamos las ideas simples, las más fáciles de captar y sin posibilidad de error, sin necesidad de demostración, inmediatamente. Es el que nos muestra las verdades de la matemática, aritmética y geometría.
[± Pero, ¿no hay deducción en matemáticas o en geometría? ¿No está condicionado nuestro conocimiento intuitivo por nuestro inconsciente, nuestros deseos, intereses, etc.? ¿Acaso cosas aparentemente simples como las leyes de Kepler, las de Newton, las de la termodinámica, etc., no han exigido largos años de investigación y sofisticadas técnicas matemáticas? Estas afirmaciones de Descartes deberían ser matizadas.]
— Las ideas complejas, sin embargo, las conocemos por demostración, lo que abre la posibilidad de dar pasos en falso si no utilizamos el método adecuado. Por tanto, tenemos ya el criterio de certeza: será verdadero todo lo que perciba con igual claridad y distinción. Esto valdrá como regla general.
5º. El «salto» de las ideas a la realidad objetiva
— Problema: ¿cómo demostrar, a partir de la primera certeza, la existencia de una realidad exterior al pensamiento? Contamos con dos elementos: el pensamiento (= actividad) las ideas (= objetos del pensamiento).
P. ej: «Yo pienso que el mundo existe», incluye: * el yo que piensa (existencia indudable); * el mundo exterior al pensamiento (= realidad dudosa); * las ideas de mundo y existencia que indudablemente poseo (si no, no podría pensar que el mundo existe). Conclusión: el pensamiento piensa siempre ideas (en Descartes, las ideas son una representación o fotografía que contemplamos, no una lente a través de la cual percibimos las cosas, como sucedía en la filosofía anterior). Por tanto, ¿cómo garantizar que a la idea de mundo le corresponde una realidad, el mundo? Aquí conviene tener presente estas consideraciones:
1ª. La actividad del pensamiento consiste en pensar ideas.
2ª. Dos observaciones sobre las ideas En cuanto actos mentales (= modos de pensamiento), todas tienen la misma realidad; en cuanto poseen un contenido objetivo, son muy distintas entre sí: son más importantes las que representan sustancias que las que representan accidentes o modos.
4. Clases de ideas
[1] Adventicias: Parecen provenir de nuestra experiencia externa (peces, árboles, colores).
[2] Facticias: Las que construye la mente a partir de otras (p.ej.: un Pegaso). Ambas son cuestionables. Ninguna puede
servirnos para demostrar la existencia de la realidad extramental porque no tenemos certeza de que exista el mundo exterior, realmente (contra las adventicias) y porque no tenemos garantía de la verdad de las segundas al ser construidas por el pensamiento.
[3] Innatas: pocas, pero las más importantes: las posee el pensamiento en sí mismo (pensamiento, existencia, Dios). Lógicamente, el punto de partida del edificio racionalista serán las ideas innatas]

5. La realidad objetiva de las ideas Toda idea se origina en una causa real, extramental. 1º. Dios como idea innata, necesariamente existente, que fundamenta la existencia del mundo exterior. La idea de infinito, innata, = idea de Dios (no puede ser adventicia porque no tenemos experiencia directa de Dios, y tampoco facticia [¿cómo demostrar que no es
facticia?]; sabemos que algo es finito porque tenemos la idea de infinitud). 6
Si la idea como realidad objetiva exige una causa real adecuada, la idea de un ser Infinito debe tener una causa infinita,
6 luego el ser Infinito existe (12a-12b).
2º. Existencia del mundo: Puesto que Dios existe y es infinitamente bueno y veraz, no puede engañarme dejándome creer
que el mundo existe; 6 luego el mundo existe. Por tanto, Dios garantiza la existencia del mundo exterior y de la adecuada correspondencia de mis ideas con ese mundo exterior. Pero Descartes no indica que a todas mis ideas les corresponda una realidad extramental: Dios sólo garantiza la existencia de extensión y movimiento (como Galileo), nada más. A partir de aquí podrán deducirse las demás cualidades de la física.
6. La estructura de la realidad
[Sustancia infinita (= Dios); sustancia pensante (= yo); sustancia extensa (= los objetos físicos).] Sustancia es una cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Pero tal definición sólo puede ser aplicada de modo absoluto a Dios. [± Nota: El objetivo último de Descartes, al afirmar que alma y cuerpo (pensamiento y
extensión) constituyen sustancias distintas, es salvar la autonomía del alma respecto de la materia. Descartes comparte la
concepción mecanicista y determinista del mundo material existente en la ciencia clásica, donde no quedaba lugar alguno para la subjetividad. En este universo, la libertad del ser humano sólo podía salvaguardarse situando el alma fuera del mundo de la necesidad mecanicista, y esto le obligó a asignarle una esfera independiente y autónoma de la materia. Esa independencia de alma y cuerpo, restringiendo a este último el sometimiento a las leyes físicas, es la aportación central del concepto cartesiano de sustancia.]
7. El ideal científico de Descartes
1º. El marco filosófico para la nueva ciencia: Descartes aportó la filosofía general que sirvió de marco a la nueva ciencia geométrica de la naturaleza que por entonces desarrollaban Kepler y Galileo. Pretendía construir una ciencia universal, con rango de verdad necesaria, en la que a partir de unos principios evidentes se dedujera la totalidad del
saber, de acuerdo con el procedimiento de los geómetras. Su objetivo era reemplazar a Aristóteles y a la filosofía aristotélico-escolástica de la ciencia, ofreciendo un sistema global y bien articulado del conocimiento, con el grado de
verdad y de necesidad al que Aristóteles aspiró pero que la tradición derivada de él no había podido alcanzar por no emplear método alguno o seguir el camino equivocado.
Descartes confiaba en que su construcción filosófico científica, tal como él la presentó por ejemplo en sus Principios de la filosofía (1644). sería finalmente adoptada por las instituciones más avanzadas. Por eso se esforzó por mantener buenas relaciones con la orden de los jesuitas, en cuyo prestigioso colegio de La Fléche había cursado sus primeros estudios. Por otra parte, frente al heterodoxo desarrollo de la cosmología copernicana que realizó Giordano Bruno, Descartes construía la nueva filosofía-ciencia como un saber que no entraba en conflicto con la religión cristiana y que, incluso, demostraba con argumentos concluyentes y transparentes la existencia de Dios y la inmortalidad del alma (al
menos su separación con respecto al cuerpo). Descartes coincidía con Galileo en su oposición al viejo saber como en su interés por desarrollar una ciencia matemática de la naturaleza. Consideraba acertados sus trabajos en aspectos puntuales, pero echaba en falta un marco general y unos principios universales a partir de los cuales se dedujeran sus
investigaciones particulares. Encuentro, en general, que [Galileo] filosofa mucho mejor que el vulgo en la medida en que se separa tanto como puede de los errores de la Escuela y trata de examinar las materias físicas mediante razones matemáticas. En eso estoy enteramente de acuerdo con él, y sostengo que no hay otro medio para encontrar la verdad. Pero me parece que falla mucho en que hace continuas digresiones y no se detiene a exponer por completo ninguna materia.
Esto muestra que no las ha examinado por orden y que, sin haber considerado las primeras causas de la naturaleza, ha buscado tan sólo las razones de algunos efectos particulares, y, así, ha edificado sin fundamento.
DESCARTES: Carta a Marin Mersenne del 11 de octubre de 1638

Como Galileo, Descartes cree que la naturaleza es geometría y sólo geometría y que, por tanto, únicamente una física matemática es capaz de explicarla de forma correcta; también coincide en sostener que las cualidades sensibles secundarias (olores, colores, sabores, sonidos) no son reales, sino el efecto sobre nuestros sentidos de las cualidades primarias: corpúsculos de materia extensa en movimiento.
Su objetivo, sin embargo, es formular el marco filosófico general (con su ontología o teoría acerca de lo que existe) que dé sentido a esa nueva ciencia de la naturaleza y presentarlo a partir de los primeros principios: las primeras verdades evidentes y, por tanto, necesarias, descubiertas por la conciencia; y Dios como garantía de la objetividad de nuestras evidencias y como fundamento absoluto e incondicionado de todo lo que existe.
2º. Una nueva ontología mecanicista: Nuestra mente (res cogitans o sustancia pensante) se forja a partir de la realidad exterior o naturaleza y es, por lo tanto, verdadera. La naturaleza es una res extensa, es decir, una sustancia tridimensional dotada de una cierta cantidad de movimiento.
La naturaleza es, pues, materia y movimiento. La materia para Descartes, no obstante, como pura extensión figurada, viene a ser idéntica con el espacio tridimensional, homogéneo, de la geometría euclídea y es, por consiguiente, plenum del que está excluido el vacío. Para Descartes, el vacío es una noción contradictoria en sí misma, pues vendría a ser un espacio sin espacio, un no ser que es. La materia, por otra parte, existe como corpúsculos siempre divisibles en principio —al menos para Dios no hay átomos dotados de una determinada figura y extensión.
El conjunto de la materia-espacio extenso no es, ciertamente, finito, pues no podemos asignarle ningún límite: pero tampoco es infinito, pues, para Descartes, sólo Dios es infinito, es decir, necesario. Descartes lo declara
indefinido, pues podría tener algún límite conocido por Dios. Así se evita la infinitud del universo, que implicaría la necesidad y divinidad del mismo (lo que había hecho Bruno y volverá a hacer inmediatamente después Spinoza). Como
extensión indefinida, el universo es una criatura contingente, radicalmente dependiente de Dios para la existencia y permanencia en el ser. Por supuesto, esta materia-espacio indefinida es homogénea en toda su extensión.
3º. Leyes del movimiento: Dios introduce el movimiento en la naturaleza en una determinada cantidad que se conserva constante, y establece las leyes que rigen ese movimiento:
[i] La primera es la ley de inercia (formulada por primera vez por Descartes en su versión moderna): cada cosa permanece
en el estado en que está [de reposo o movimiento uniforme] mientras nada [ninguna otra cosa] modifica ese estado.
[ii] La segunda ley dice que, si bien la inercia del movimiento es según una trayectoria rectilínea, de hecho v como consecuencia del plenum de materia, las trayectorias reales son curvas.
[iii] La tercera ley regula la distribución de la cantidad de movimiento en los choques de cuerpos: cuando un cuerpo empuja a otro, no podría transmitirle ningún movimiento, a no ser que pierda al mismo tiempo otro tanto del suyo, ni podría privarle de él, a menos que aumente el suyo en la misma proporción.
— Descartes relaciona estas tres leyes, su necesidad
y su inmutabilidad, con la inmutabilidad
de Dios. Por eso las leyes que gobiernan el
movimiento de la materia (el único cambio
existente en ella) son universales y la
homogeneidad del universo es, como en Galileo
y en Bruno, absoluta.
— La representación cartesiana de la
homogeneidad del universo es afín a la galileana,
ya que pretende servir, mediante demostraciones
y razones necesarias, de fundamento metafísico
a la física, pero difiere mucho de la de Giordano
Bruno. Para Bruno, alma y materia (principio
activo y pasivo) eran coexistentes a lo largo de la
naturaleza infinita, de manera que en todo cuerpo
y partícula corpórea estaba el alma como
principio interior de movimiento. Para Descartes,
alma (pensamiento, res cogitans) y cuerpo (entendido
como res extensa) son sustancias
heterogéneas, disjuntas —salvo en el ser
humano, el único en el que se encuentran
unidas— y existen separadamente, no se
necesitan recíprocamente.
— La extensión o materia carece, por tanto, de
un principio activo interno y por eso no puede
alterar su estado de reposo o movimiento por sí
misma, sino sólo por el choque con otra porción
de materia (primera ley del movimiento). Esto
implica también que en el ámbito de la res
extensa no hay fines (causalidad teleológica),
sino una mera causalidad eficiente, la acción
mecánica de unos cuerpos sobre otros. La física
es, pues, una física matemática y mecanicista.
Y el conjunto del universo físico no es un
organismo vivo dotado de un alma e inteligencia
internas (con sensibilidad, simpatías y antipatías,
afinidades, virtudes latentes, etc.), sino una
máquina como las construidas por el hombre.
— Descartes fundamentaba, pues, la nueva
física matemática en una ontología (a su vez
conexa a una teología) que estaba en total
ruptura con la ontología bruniana y la
ontología aristotélica (ambas atribuían a la
materia un principio interior de movimiento, una
capacidad de modificar espontáneamente su
estado). De esta manera, la nueva ciencia y su
programa. el programa mecanicista, venían a
romper drásticamente con la tradición intelectual
europea y sellaban la superioridad de los
modernos sobre la Antigüedad.
— Descartes expone su física en Le monde
(un tratado cuya publicación no considerará
oportuna por la condena de Galileo en 1633; se
publicará póstumamente en 1664, dividido en dos
partes: Le monde y L *homme), sin su fundamento
metafísico. En 1637 presentará un resumen de la
misma en la quinta parte del Discurso del
método, cuya cuarta parte presentaba la
metafísica, que expondría de una forma más
completa en 1641 en las Meditaciones
metafísicas. Los principios de la filosofía de 1644
ofrecerían, finalmente, una exposición unitaria del
sistema.
4º. La cosmología cartesiana: los vórtices
o torbellinos
— Como consecuencia de la transmisión del
movimiento en el seno del plenum extenso, el
universo consiste actualmente en una sucesión
indefinida de sistemas solares-planetarios en
contacto. Cada sistema es un torbellino o vórtice
de materia en movimiento mecánico en torno a
un sol-estrella central. Descartes es, pues,
heliocentrista; los planetas (que pueden ser a su
vez centros de vórtices particulares que arrastran
a sus satélites o lunas) giran en tomo a su sol a
diferentes distancias y velocidades (Descartes.
como Galileo, no aceptará las leyes de Kepler).
— En esta concepción de la pluralidad de
mundos o torbellinos verán algunos autores una
influencia de Bruno no reconocida por Descartes.
Galileo, que también había hecho del Sol una
estrella, no se había atrevido a hacer a cada
estrella centro de un sistema planetario, pero de
hecho la concepción —aparte la distancia entre el
modelo mecanicista cartesiano y el vitalista de
Bruno— es muy distinta: en Descartes los
cometas son cuerpos terrestres, planetas
periféricos que pasan de un cielo o vórtice a otro:
los sistemas o mundos no están —como en
Bruno- separados por vastas extensiones de
espacio lleno de éter, sino en contacto (el
firmamento es «la superficie que separa los
torbellinos unos de otros»): a diferencia de Bruno,
los vórtices pueden desaparecer, absorbidos por
los que le rodean.
— Por lo demás, tanto en uno como en otro,
los cielos o vórtices son iguales y equivalentes,
como consecuencia de la radical homogeneidad
ontológica; pero en Descartes está ausente la
concepción bruniana del universo como
autoexpresión de Dios. No siendo infinito, ni
necesario, teniendo el carácter de una máquina,
no era la explicatio (justificación) de toda la
infinita potencia divina: Dios estaba mucho más
lejos, inaccesible para las criaturas de mundo.
Descartes nunca cuestiona el dogma cristiano.
Sitúa la relación con la divinidad en el plano de la
sustancia pensante, heterogénea con respecto al
universo, y (además de la revelación divina en las
Escrituras) en las ideas innatas que con su infinita
potencia ha grabado en nosotros (entre ellas la
idea de Él mismo).
— No obstante, el universo cartesiano (creado
por Dios y conservado o tolerado por Él) funciona
por sí mismo, sin intervención activa de la
divinidad (sin milagros). Su dependencia era
fundacional y ontológica, pero no de
funcionamiento, pues la naturaleza sometida a las
leyes del movimiento se autorregulaba
perfectamente en un sistema mecánico de
duración indefinida. Para Descartes eso era más
que suficiente.
— Pero algunos intelectuales (p.ej. los
platónicos de Cambridge, que tanta influencia
iban a ejercer sobre Newton), vieron en todo ello
una reducción del papel de Dios, una limitación
de su poder y de su gloria, que era la antesala del
ateísmo, de la eliminación pura y simple.
Podemos comprender la inquina de Pascal. a
quien se atribuye el siguiente dicho:
«No puedo perdonar a Descartes: él hubiera
querido, en toda su filosofía, prescindir de Dios:
pero no ha podido evitar, para poner el mundo en
movimiento, hacer que le diese un papirotazo:
después de esto ya no necesita a Dios para
nada».
5º. El animal máquina
Para obtener una idea completa del modelo
mecanicista cartesiano, hemos de tener presente
que afectaba a la totalidad de lo existente con la
única exclusión de las mentes (res cogitans).
— Por tanto, la totalidad de los cuerpos y
organismos, por muy complejos que sean, se
explican, según el modelo, como materia en
interacción recíproca de acuerdo con las leyes del
movimiento. Esto significa que la biología no es
más que una rama de la física, que aplica el esquema
mecanicista y explica la estructura y
funcionamiento de todos los organismos
(incluyendo el cuerpo humano) como máquinas
(comparables, si bien más complejas, a los
artefactos construidos por el hombre). Al igual
que en el resto de la naturaleza, tampoco en los
animales y en el cuerpo humano existe ningún
principio interno activo (alma vegetativa o
sensible, etc.) sino que todas sus acciones responden
al choque e impacto de partículas sobre
los distintos órganos. La libertad no existe,
pues, en la naturaleza, donde todo está regido
por la necesidad mecánica de las leyes del
movimiento. Según esto, los animales ni tienen
sensibilidad, ni sufren; la libertad sólo se plantea
en el reino del espíritu, en la sustancia pensante.
— El programa cartesiano debió enfrentarse
enseguida a las dificultades de esta reducción
mecánica de los seres vivos, y en el hombre —la
única criatura conocida en que se daba una unión
de las sustancias pensante y extensa— tuvo que
afrontar, además, los problemas emanados de la
interacción recíproca de dos sustancias o
componentes tan heterogéneos.
8. Recapitulación
La problemática de la autonomía y la libertad
como origen y objetivo último de la filosofía de
Descartes.
[i] Giro radical en la evolución del
pensamiento occidental
[ii] Objetivo de Descartes: salvaguardar la
autonomía del alma respecto de la materia,
frente a la concepción mecanicista y
determinista del mundo medieval, donde
no quedaba lugar alguno para la libertad.
La libertad sólo podía conservarse sustrayendo el alma del mundo de la necesidad mecanicista; para ello había que situarla como una esfera independiente y autónoma de la materia. Esta idea de independencia entre alma y cuerpo es la que aporta el concepto de cartesiano de sustancia. Pero, ¿es evidente que somos distintos de nuestro cuerpo y que podemos existir sin él?
[iii] Solipsismo idealista exacerbado. ¿Existe un yo al margen de la historia, de la
economía, de la sociedad, de los demás?

Vocabulario básico del Racionalismo

análisis
autoevidencia
certeza
cogito
cualidades primarias
cualidades secundarias
deducción
dualismo
duda metódica
enumeración
evidencia
genio maligno
idea (adventicia, facticia, innata)
idealismo
innatismo
intuición
mecanicismo
método
moral provisional
racionalismo
regla
res cogitans
res extensa
res infinita
síntesis
solipsismo

Glosario:

- Racionalismo. Ver las indicaciones generales respecto a la oposición Racionalismo- Empirismo. Por apuntes.
- Estructura deductiva.- Estructura propia de las matemáticas en donde se parte de principios generales o axiomas para "deducir" verdades particulares. La deducción parte de lo general para llegar a lo particular o individual. Destacar la necesidad de fundamentación de la ciencia, de los principios generales de las mismas, que para este autor se encuentran en la filosofía cuya misión es encontrar esas verdades que sirven de fundamente y a su vez son indudables, es decir no necesitan justificación posterior.
- Duda metódica.- (Dicc. RAE: Suspensión voluntaria y transitoria del juicio para dar espacio y tiempo al espíritu a fin de que coordine todas sus ideas y todos sus conocimientos.) La duda cartesiana no es una duda "real" (propia de los "escépticos") sino un procedimiento, un camino (ese es el significado de la palabra método) para alcanzar la verdad.
- Experiencia inmediata. Confirmación o posibilidad de confirmación empírica (y con frecuencia sensible) de los datos y b) la experiencia como hecho de vivir algo dado anteriormente a toda reflexión o predicación. (En Platón la experiencia seria la "opinión", doxa, conocimiento de lo cambiante a través de los sentidos. Francis Bacon en la época moderna sostiene que la experiencia es no sólo el punto de partida del conocimiento sino el fundamento último del conocimiento
- Proposición. Frase, oración, enunciado del que se puede afirmar su verdad o falsedad. , oraciones declarativas que afirman o niegan algo. Pueden ser empíricas si afirman o niegan algo acerca del mundo (y pueden por tanto ser contrastadas en la experiencia) o formales (serian las "verdades de razón" como la distancia más corta entre dos puntos es la recta").
- Cogito, ergo sum. Pienso luego soy. También reducidamente "cógito". Es la primera verdad indudable que se le presenta a Descartes en su proceso de duda y le permite por un lado afirmar la existencia del sujeto en tanto que cosa que piensa ("res cogitans") y por otro lado tomarla como modelo de toda otra posible verdad (evidencia: claridad y distinción)-
- Método.- (Ver la definición de método en las Reglas para la Dirección del Espíritu. En Apuntes. Destacar que método es un conjunto de reglas y procedimientos para la consecución de la verdad en este caso (fines del método). Remitirnos a las reglas enunciadas en el D.M.
- Evidencia.- (Acudir a DM 1ª regla. Si D. se limitara a rechazar el principio de autoridad, esto no sería nada nuevo. Pero tiene una concepción particular de la evidencia: consiste en la intuición intelectual de una idea clara y distinta, que se caracteriza por la indubitabilidad y excluye toda posibilidad de error. Reconocemos que poseemos una evidencia por el hecho de que no podemos ponerla en duda. por otra parte, el error sólo es posible si el espíritu juzga no en virtud de la evidencia, sino de los prejuicios, ya sea por prevención o por precipitación.
- Certeza.- Es el estado de la mente que se adhiere firmemente a la verdad, y se da cuando el entendimiento suscribe una tesis verdadera. Es el criterio último de verdad; esto es, el criterio de verdad no es la conformidad del entendimiento con la cosa, sino la seguridad propia del sujeto: la adecuación del sujeto consigo mismo.
- Criterio de verdad.- Base o medio para juzgar o definir una cosa por alguna de sus cualidades (verdad, bondad, belleza, justicia, virtud). Tb. CRITERIO DE CERTEZA.- Regla para distinguir lo verdadero de lo falso. Consistirá en la claridad y distinción de las ideas: “Me parece poder establecer (…), como regla general, que son verdaderas todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente”.

- Claridad.- Una idea es clara cuando se distinguen todos sus elementos; es distinta cuando no se puede confundir con ninguna otra. La idea clara y distinta es siempre de naturaleza simple, pues sólo así puede ser conocida toda entera desde el instante en que es comprendida. Una naturaleza simple puede ser una esencia (como la del triángulo), un hecho (como el pensamiento), una existencia (como la del yo) o una relación (como la igualdad).
- Ontología.- (Definición valorada en 25.000 pesetas y que siempre va con su prima la Gnoseología) (Gr. on, ser +logos, pensamiento). Estudio del ente en cuanto ente (Del ser en tanto que algo que es y las propiedades que de suyo le pertenecen) Sinónimo de metafísica, de filosofía primera.
- Sustancia.- "Por sustancia no debemos entender otra cosa que aquella cosa que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra cosa para existir. (Principios de la Filosofía, 1,51)". El término sustancia no es unívoco sino análogo aplicado a Dios y a otros seres. Cada sustancia tiene un atributo principal que constituye su esencia o naturaleza.
- Creación constante. Dios hace que empiecen a existir y sigan existiendo todas las sustancias. Creación alude aquí a producción divina. El como se produce esa creación ha sido un problema debatido desde Platón (demiurgo) y que se agrava con la doctrina cristiana de la creación "ex nihilo". Leibniz afirmaba que la criatura depende continuamente de la operación divina, de modo que no seguiría existiendo si Dios no continuara obrando. Para descarte (M.M) esta clara la momentaneidad esencial de cada instante del tiempo y del mundo, sostenidos siempre por la incesante operación divina.
- Pensamiento (res cogitans).- Cosa que piensa. Alma. ¿Qué es una cosa que piensa? Es una cosa que duda, entiende, concibe, afirma, niega, quiere, no quiere, y también, imagina y siente. El pensamiento no solo es distinto del cuerpo, sino que existe aunque no exista el cuerpo; es decir, no necesita del cuerpo para existir; es por tanto una sustancia.
- Extensión (res extensa).- Es el atributo de la sustancia corpórea "la extensión es longitud, anchura y profundidad, constituye la naturaleza de la sustancia corpórea (Principios, I, 53). La esencia de las cosas materiales no pueden ser las cualidades sensibles que son oscuras y confusas sino la extensión que concebimos de manera "muy clara y distinta" Según Descartes podemos imaginar la extensión sin cualidades sensibles, pero no podemos pensar estas cualidades sin la extensión.
- Sustancia propia (infinita).- Dios. Sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omniscente, por la que todo existe. Según Descartes, es “causa sui”. Asimismo, la veracidad de Dios garantiza el valor de las ideas claras y distintas y fundamenta en último término el criterio de certeza
- Sustancia impropia (finita).- Res cogitans: (Sustancia pensante. Sustancia espiritual, el alma o el yo, cuyo atributo esencial es el pensamiento. “Sustancia cuya esencia entera o naturaleza es la de pensar” y que “para ser no necesita de lugar alguno ni depende de ninguna cosa material”); y res extensa.( Sustancia extensa, material. Realidades corpóreas, incluido el cuerpo humano, cuyo atributo esencial es la extensión (cualidad primaria común a todos los cuerpos).

Contexto histórico, filosófico y cultural del "Discurso del Método"

1. Circunstancias histórico-políticas:
a. Estados nacionales. Absolutismo. Separación Iglesia-estado.
b. Capitalismo. Comercio. Burguesía
c. Descubrimiento de América.
d. La Reforma protestante
2. Marco filosófico-cultural
a. Crítica a la Escolástica medieval: La crítica al silogismo (método) y al criterio de verdad ( fe, autoridad).
b. Renacimiento: Humanismo, Subjetivismo y Esceticismo.
c. Nueva ciencia: Revolución copernicana, matematización de lo real y mecanicismo.
3. Estructura y contenido del “Discurso del Método”
a. Estructura del texto según Descartes
b. Aspectos formales del texto.
c. Breve resumen de su contenido
4. Aspecto biográficos relevantes:
a. Estancia en la Fleche
b. El gran libro del mundo.
1. Circunstancias histórico-políticas:
* Se produce el triunfo definitivo de las monarquías nacionales, dando lugar al absolutismo como forma de organización política y superando la organización feudal, característica del medioevo.A su vez, se produce la separación entre los ámbitos de la religión y de la política.
* Aparece el capitalismo comercial que desemboca en el mercantilismo como nueva forma de organización económica, rompiendo la forma agrícola de producción medieval. Surge la burguesía como clase social que se constituye en abanderada del progreso social y económico.
* El descubrimiento de América mueve a la exploración del planeta, impulsando el conocimiento geográfico, la forma de vida de otros pueblos e incentivando el comercio (base del capitalismo).
* La Reforma protestante de Lutero, Calvino y Zwinglio y la consiguiente Contrarreforma católica ligará a las monarquías europeas en las luchas de religión, con la subsiguiente crisis de la conciencia religiosa cristiana. A la larga la crisis económica, social y política provocada por Guerra de los Treinta años que enfrentó a Protestantes y católicos en un primer momento, pero que a medida que avanzaba el conflicto puso en liza la competencia entre las principales potencias europeas, por motivos políticos, y que finalizó en 1648 con la Paz de Wetsfalia.
2. Marco filosófico-cultural
Descartes pertenece al siglo XVII, el contexto histórico y cultural en el que se desarrolla su obra, es el de la Edad Moderna, prolongada hasta el siglo XVIII. Esta Edad, tiene su origen en el Renacimiento, movimiento cultural y etapa histórica desarrollada desde el siglo XV hasta el siglo XVII. El Renacimiento supone una ruptura radical con la época anterior, la Edad Media, aunque muchas de las ideas características del Renacimiento se incubaron durante la Baja Edad Media.
Descartes resume la nueva actitud filosófica que venia fraguándose en los dos siglos anteriores y que intenta ser una respuesta a estos tres frentes:
Escolástica: a la escolástica la que considera un pseudo-saber basado en un método verbalista e ineficaz, y que intenta defender basándose en la autoridad la síntesis del pensamiento aristotélico-tomista que se derrumba. Descartes rechaza el razonamiento silogístico escolástico porque éste parte de primeros principios basados en la fe o en la autoridad, no en la razón; porque la conclusión a la que se llega en el silogismo no es una verdad nueva, sino que está incluida implícitamente en los principios, de modo que en vez de ser un método para descubrir nuevas verdades (un "ars inveniendi"), resulta ser un método de exposición de tesis -presuntas verdades- ya aceptadas de antemano por el argumentador (no es más que un método didáctico). Además de estas razones, el silogístico es un método ineficaz por la gran cantidad de reglas que utiliza, lo que va contra las condiciones de una buena demostración: simplicidad y claridad.
Antropocentrismo humanista. La recuperación de la Antigüedad clásica por parte de numerosos autores renacentistas, que rompe casi definitivamente con la tradición cultural de la Edad Media, dando lugar al "antropocentrismo humanista" que sustituye al "teocentrismo medieval". Si durante la Edad Media el sentido de la vida se encontraba en la salvación que permitía el acceso a la vida sobrenatural; ahora, ante la admiración por la forma de vida greco-romana, surge un afán desmedido por disfrutar de la vida natural, por hacerse, el ser humano, dueño del universo y dueño de sí mismo. Ahora se confía en el potencial de la razón humana, que ha roto su supeditación a la fe, como instrumento capaz de elaborar un saber absoluto. Subjetivismo: La conciencia individual es el más grande invento del nuevo modo de pensar. Y todo en la ciencia, en el arte, en la sensibilidad renacentista se orienta hacia esa exaltación de la subjetividad del hombre. El criterio de autoridad abandona su puesto a la convicción íntima basada en la evidencia. Las oscuras entidades metafísicas se deshacen en la clara sucesión de razones matemáticas. La desconfianza, el odio hacia la naturaleza, son sustituidos por una optimista y alegre visión de las infinitas bondades que moran en el impulso espontáneo, en el directo hacer de las cosas. El universo es como un libro en donde está escrita la verdad suprema. Y para entender la lengua en que está compuesto, no hace falta más que la razón misma del hombre, la matemática aplicada a la experiencia
Escepticismo.- La recuperación renacentista del pensamiento escéptico (Charrron, Sánchez Montaigne) que descree de la capacidad humana para alcanzar un conocimiento verdadero. Montaigne (1553-1592) opina que la mayor peste del hombre es creer que puede darse un verdadero saber. Los últimos fundamentos de nuestro conocimiento son inseguros. La experiencia de los sentidos es engañosa.. Los objetos de nuestro conocimiento se hallan en perpetuo fluir, resbalando de nuestro saber conceptual. La duda metódica intenta superar las objeciones allí planteadas, defendiendo la posibilidad del conocimiento, aunque también hace uso del escepticismo cuando pretende rechazar como falsas todas aquellas doctrinas opuestas a la razón y a la verdad (duda metódica).
Nueva Ciencia. Por último el desarrollo de la nueva ciencia, con avances espectaculares en Física y Astronomía. Copérnico, Kepler, Galileo y otros terminan con la imagen aristotélica de Universo, sustituyendo el geocentrismo por el heliocentrismo, y aplicando un nuevo método experimental, el resolutivo-compositivo que venía a ocupar el lugar del método silogístico de Aristóteles. La Nueva Ciencia mecanicista y cuantitativa desplazará a la ciencia teleológica y cualitativa que había predominado anteriormente. Matematización: el elemento que va a revolucionar el conocimiento científico es la utilización de las matemáticas. Éste es el único modo de acceso a la naturaleza porque “el mundo está escrito en lenguaje matemático” (Galileo). Lo importante es el estudio cuantitativo. Todo lo que no puede reducirse a variables cuantitativas se rechaza. Aristóteles pierde terreno en el campo de la filosofía de la naturaleza pues, recordémoslo, su investigación se centraba en las cualidades de los objetos. Mecanicismo: el mundo es concebido como una máquina, despojada de toda finalidad o causalidad que vaya más allá de la pura eficiencia: todo se explica por choques de materia en el espacio (lleno) y no existen fuerzas ocultas o acciones "a distancia". El mundo es como un gigante mecanismo cuantitativamente analizable
3. Estructura y contenido del “Discurso del Método”
Descartes explica así el contenido de su obra y de cada una de sus partes: "Si este discurso pareciera demasiado extenso para ser leído de una sola vez, podría dividirse en seis partes: 1) en la primera, se encontrarán diversas consideraciones relacionadas con las ciencias; 2) en la segunda, las reglas más características del método que el autor ha indagado; 3) en la tercera, algunas reglas de moral que ha obtenido de este método; 4) en la cuarta parte, las razones que permiten establecer la existencia de Dios y del alma humana, que constituyen los fundamentos de su metafísica; 5) en la quinta, se detalla el orden seguido en sus investigaciones de física; 6) en la última parte expone lo que estima necesario para avanzar en la investigación de la naturaleza más allá de donde él ha llegado, así como las razones que le han impulsado a redactar este discurso".
Consideraciones formales: El contenido de la segunda y la cuarta partes han sido desarrollados en otras obras de Descartes, Reglas..., Meditaciones metafísicas, etc., de un modo más riguroso y detallado. El texto está escrito en francés y no en latín, la lengua culta del momento; de forma autobiográfica; y con bastantes cautelas por las consecuencias institucionales que la obra pudiera tener. El comienzo de la segunda parte del Discurso del método, alude a su estancia en Alemania, concretamente en Francfort, donde asiste a las fiestas de coronación del emperador Fernando II. Haciendo referencia también a la Guerra de los Treinta años.
Breve resumen del contenido del texto: la segunda parte del Discurso expone la necesidad de unificar todo el saber reconstruyéndolo a partir de elementos y principios simples. Puesto que tales principios no pueden ser extraídos directamente de la lógica, la geometría y el álgebra, por los inconvenientes que estas tres ciencias ofrecen, demasiadas reglas en la primera, excesos de la imaginación en la segunda, más complicaciones de lo necesario en la tercera, Descartes crea sus propias reglas, que piensa él, son capaces de ensamblar entre sí todos los conocimientos posibles.
La cuarta parte muestra las virtudes de su método después de aplicarlo al fundamento de todo saber: la metafísica. Aparece en toda su fuerza el análisis cartesiano, la intención de reducir a lo esencial y sólo a lo esencial, todo aquello que se presente a la luz natural de la razón, bien conducida y gobernada por el método descrito en la segunda. El hallazgo de que da cuenta este capítulo es no solamente la primera piedra de la filosofía, sino de todo el edificio del conocimiento. Se pasa de la definición del alma como pensamiento a la noción de perfección y de ésta a la esencia y existencia de Dios, que sirve a su vez para probar que existe el mundo, cuya naturaleza ha sido también desentrañada por el análisis. La primera noción, “cógito,ergo sum” inicia un orden de deducción que es asimismo el orden de construcción de nuestro saber de lo real.
4. Aspectos biográficos relevantes:
Para entender la actitud de Descartes frente a la Escolástica es conveniente recordar que él mismo fue instruido en estos principios durante su estancia en el Colegio de la Fleche, uno de los más prestigiosos del país. Allí recibe Descartes una formación de corte neoaristotélica y escolástica, salvo en el campo de las matemáticas. En la primera parte del “Discurso” declarará su decepción por la confusión y diversidad contradictoria de lo allí aprendido, y también como la admirable certeza que producen las demostraciones matemáticas debería ser importada para todo el conocimiento. Descartes, a fin de descubrir mundo, se alista en el ejército holandés de Mauricio de Nassau en 1618, y en 1619 sirve en el ejército Maximiliano de Baviera. Es, en este año, cuando nuestro autor, mientras descansaba en los campamentos de invierno, descubre “los principios de la ciencia admirable” y decide dedicar su vida al saber. Esto es descrito también en el “Discurso”.

4º de Platón. Comparación, vigencia y opinión.

(Este texto está sacado de "Boulesis.com", espero que os sirva. Por otro lado aquí también tenemos el trabajo que tuvisteis que realizar durante el curso).

Estructuraremos la comparación entre Platón y Aristóteles en función del siguiente esquema:
Semejanzas:
• La sabiduría como virtud.
• Conexión ética-política
Diferencias:
• Voluntarismo frente a intelectualismo moral.
• Empirismo frente al desprecio de los sentidos.
• Inexistencia de un bien separado. (el bien como telos)
Comenzando con las semejanzas, cabe decir que también para Aristóteles es la sabiduría una virtud.
Aristóteles establece una distinción entre virtudes morales y virtudes intelectuales, y una de las intelectuales es precisamente la sabiduría. Con todo, como veremos más adelante, Aristóteles se muestra crítico respecto al
intelectualismo moral. La sabiduría es una virtud, pero no la más importante, y tampoco causa suficiente para
llegar a ser feliz (más importante es, a este respecto, la prudencia). Sí hay que decir, sin embargo, que en la
filosofía aristotélica aparece una valoración positiva del conocimiento, lo cual también se deja ver en la
política. Sin embargo hay un sentido distinto, pues la sabiduría no implicaría necesariamente un
perfeccionamiento moral del ser humano (más importante sería, por ejemplo, formar un hábito de obrar bien
imitando a los hombres prudentes), es decir, el hombre no se hace más justo por medio del conocimiento. Para
terminar de matizar esta aproximación, habría que decir que en la concepción de la felicidad aristotélica va a
jugar un papel muy importante el conocimiento. Entre todos los modelos que Aristóteles considera, piensa que
será feliz aquel que lleve una vida contemplativa (interesada por el conocimiento) acompañada de virtud y de
los suficientes bienes externos. Así, el conocimiento (quizás por influencia platónica) tendría un peso
específico en la eudaimonía (felicidad) aristotélica.
Una segunda aproximación es la conexión entre ética y política. Para Platón el que conociera la Idea de Bien
estaba preparado para desenvolverse adecuadamente en su vida privada y en la vida pública. Por otro lado, la
ética y la política aparecen directamente conectadas, no sólo por la sabiduría entendida como virtud, sino por
la división en clases sociales (con sus respectivas virtudes, análogas a las partes del alma). También para
Aristóteles la ética y la política van estar íntimamente relacionadas. Si el fin del modelo de polis platónico es
producir una ciudad justa (y el fin de la ética es lograr que el individuo sea justo), la ética y la política de
Aristóteles estarán conectadas por la idea de la felicidad. La ética de Aristóteles trata de ofrecer, entre otras
cosas, un modelo de felicidad para el ser humano, lo que le lleva a hablar, necesariamente, de la política, pues
el individuo sólo podrá ser feliz dentro de la polis. Esta coimplicación entre ética y política (y el importante
papel del “bien” en ambas disciplinas) es sin lugar a dudas un punto en común entre la ética y la política de
Aristóteles y Platón, que tanto difieren en otros aspectos.
La primera de las diferencias que vamos a comentar, es la crítica al intelectualismo moral de Sócrates. Para el
filósofo de Estagira, no piensa que baste con saber que es el bien para hacerlo. Los defensores del
intelectualismo moral (como Sócrates y Platón en sus primeros diálogos) se olvidan de que, además de saber
qué es el bien, hay que querer hacerlo. La voluntad desempeña una función indispensable en el obrar humano,
y el intelecto por sí mismo no es suficiente para obrar bien. Aristóteles es consciente de que puede haber gente
que haga el mal con intención, porque quiere hacer el mal, y estos son precisamente los hombres viciosos, los
acostumbrados a errar, a hacer las cosas mal. Se inicia así lo que ha dado en llamarse voluntarismo aristotélico.
Una segunda diferencia, ahora en el terreno del conocimiento, es la crítica al “intelectualismo” o
“racionalismo” platónico. Como sabemos por el símil de la línea, el conocimiento más valioso será la dianoia
y la ciencia, es decir, la intelección. No sólo esto sino que el conocimiento sensible es despreciado pues puede
ser un obstáculo en el proceso de conocimiento (por ejemplo, los sofistas no llegan al conocimiento de la
verdad por estar “encerrados” en el conocimiento sensible, inseguro, relativo...). Frente a esto, Aristóteles
valora positivamente la experiencia sensible como una fuente de conocimiento válido, a partir del cual el
intelecto puede construir el deseado conocimiento universal. Por tanto, la concepción del conocimiento de
Platón y Aristóteles es prácticamente opuesta. A este respecto, hay también otras diferencias: mientras que
Platón defiende la existencia de conocimientos innatos (teoría de la reminiscencia) Aristóteles es un claro
representante de la corriente opuesta, y defiende que el ser humano nace sin ningún tipo de conocimiento
previo. Una buena muestra de estas divergencias en las formas de conocimiento, lo podemos ver en las
ciencias más próximas a ambos sistemas: mientras que Platón entiende la matemática como el conocimiento
más cercano a la ciencia (=conocimiento de Ideas), Aristóteles es considerado el fundador de la biología, y
estuvo toda su vida interesado en el conocimiento de los procesos naturales.
Por último, hay una diferencia fundamental en el concepto de bien. Aristóteles critica la teoría de las Ideas
platónica, y defiende que el bien no puede estar separado de la realidad a la que pertenece. En la ética
aristotélica el bien de cada ser el concebido como el télos, es decir, el fin que la cosa tiende a realizar. Un ser vivo es “bueno” cuando cumple con el bien que le es propio. Aristóteles considera que al duplicar el mundo
Platón ha duplicado los problemas y que su solución no es realmente eficaz. Por eso concibe un bien no
trascendente a las cosas, sino inmanente a ellas, un bien teñido de consonancias biológicas (otra muestra del
peso de esta ciencia en el pensamiento aristotélico), pues no en vano toma de la biología la idea de télos. La
concepción del bien aristotélica sería, en este sentido opuesta a la platónica, negándose cualquier posibilidad
de trascendencia, y tratando de solucionar los problemas de la realidad desde la realidad misma, sin acudir a
una tercera instancia.
Para terminar, cabe subrayar la importancia del pensamiento platónico. No sólo tiene el valor de ser el primer
filósofo occidental en construir un sistema completo, sino que su influencia a lo largo de la historia del
pensamiento es evidente: así se recuperarán algunas de sus ideas en la edad media (Agustín de Hipona), en la
modernidad (racionalismo cartesiano), y en algunas formas de idealismo alemán, por no mencionar su
recuperación en terrenos como la ética, donde Scheler y Hartman entienden los valores al modo en que Platón
entendía las Ideas. Su vigencia, también parece, por ello, indiscutible. Sus obras siguen siendo objeto de
nuevas lecturas y nuevas interpretaciones, y aunque pudiera parecer obsoleto en teoría del conocimiento, sus
ideas siguen citándose al tratar de fundamentar ciencias formales como la lógica o la matemática.