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selectividad

4º de Platón. Comparación, vigencia y opinión.

(Este texto está sacado de "Boulesis.com", espero que os sirva. Por otro lado aquí también tenemos el trabajo que tuvisteis que realizar durante el curso).

Estructuraremos la comparación entre Platón y Aristóteles en función del siguiente esquema:
Semejanzas:
• La sabiduría como virtud.
• Conexión ética-política
Diferencias:
• Voluntarismo frente a intelectualismo moral.
• Empirismo frente al desprecio de los sentidos.
• Inexistencia de un bien separado. (el bien como telos)
Comenzando con las semejanzas, cabe decir que también para Aristóteles es la sabiduría una virtud.
Aristóteles establece una distinción entre virtudes morales y virtudes intelectuales, y una de las intelectuales es precisamente la sabiduría. Con todo, como veremos más adelante, Aristóteles se muestra crítico respecto al
intelectualismo moral. La sabiduría es una virtud, pero no la más importante, y tampoco causa suficiente para
llegar a ser feliz (más importante es, a este respecto, la prudencia). Sí hay que decir, sin embargo, que en la
filosofía aristotélica aparece una valoración positiva del conocimiento, lo cual también se deja ver en la
política. Sin embargo hay un sentido distinto, pues la sabiduría no implicaría necesariamente un
perfeccionamiento moral del ser humano (más importante sería, por ejemplo, formar un hábito de obrar bien
imitando a los hombres prudentes), es decir, el hombre no se hace más justo por medio del conocimiento. Para
terminar de matizar esta aproximación, habría que decir que en la concepción de la felicidad aristotélica va a
jugar un papel muy importante el conocimiento. Entre todos los modelos que Aristóteles considera, piensa que
será feliz aquel que lleve una vida contemplativa (interesada por el conocimiento) acompañada de virtud y de
los suficientes bienes externos. Así, el conocimiento (quizás por influencia platónica) tendría un peso
específico en la eudaimonía (felicidad) aristotélica.
Una segunda aproximación es la conexión entre ética y política. Para Platón el que conociera la Idea de Bien
estaba preparado para desenvolverse adecuadamente en su vida privada y en la vida pública. Por otro lado, la
ética y la política aparecen directamente conectadas, no sólo por la sabiduría entendida como virtud, sino por
la división en clases sociales (con sus respectivas virtudes, análogas a las partes del alma). También para
Aristóteles la ética y la política van estar íntimamente relacionadas. Si el fin del modelo de polis platónico es
producir una ciudad justa (y el fin de la ética es lograr que el individuo sea justo), la ética y la política de
Aristóteles estarán conectadas por la idea de la felicidad. La ética de Aristóteles trata de ofrecer, entre otras
cosas, un modelo de felicidad para el ser humano, lo que le lleva a hablar, necesariamente, de la política, pues
el individuo sólo podrá ser feliz dentro de la polis. Esta coimplicación entre ética y política (y el importante
papel del “bien” en ambas disciplinas) es sin lugar a dudas un punto en común entre la ética y la política de
Aristóteles y Platón, que tanto difieren en otros aspectos.
La primera de las diferencias que vamos a comentar, es la crítica al intelectualismo moral de Sócrates. Para el
filósofo de Estagira, no piensa que baste con saber que es el bien para hacerlo. Los defensores del
intelectualismo moral (como Sócrates y Platón en sus primeros diálogos) se olvidan de que, además de saber
qué es el bien, hay que querer hacerlo. La voluntad desempeña una función indispensable en el obrar humano,
y el intelecto por sí mismo no es suficiente para obrar bien. Aristóteles es consciente de que puede haber gente
que haga el mal con intención, porque quiere hacer el mal, y estos son precisamente los hombres viciosos, los
acostumbrados a errar, a hacer las cosas mal. Se inicia así lo que ha dado en llamarse voluntarismo aristotélico.
Una segunda diferencia, ahora en el terreno del conocimiento, es la crítica al “intelectualismo” o
“racionalismo” platónico. Como sabemos por el símil de la línea, el conocimiento más valioso será la dianoia
y la ciencia, es decir, la intelección. No sólo esto sino que el conocimiento sensible es despreciado pues puede
ser un obstáculo en el proceso de conocimiento (por ejemplo, los sofistas no llegan al conocimiento de la
verdad por estar “encerrados” en el conocimiento sensible, inseguro, relativo...). Frente a esto, Aristóteles
valora positivamente la experiencia sensible como una fuente de conocimiento válido, a partir del cual el
intelecto puede construir el deseado conocimiento universal. Por tanto, la concepción del conocimiento de
Platón y Aristóteles es prácticamente opuesta. A este respecto, hay también otras diferencias: mientras que
Platón defiende la existencia de conocimientos innatos (teoría de la reminiscencia) Aristóteles es un claro
representante de la corriente opuesta, y defiende que el ser humano nace sin ningún tipo de conocimiento
previo. Una buena muestra de estas divergencias en las formas de conocimiento, lo podemos ver en las
ciencias más próximas a ambos sistemas: mientras que Platón entiende la matemática como el conocimiento
más cercano a la ciencia (=conocimiento de Ideas), Aristóteles es considerado el fundador de la biología, y
estuvo toda su vida interesado en el conocimiento de los procesos naturales.
Por último, hay una diferencia fundamental en el concepto de bien. Aristóteles critica la teoría de las Ideas
platónica, y defiende que el bien no puede estar separado de la realidad a la que pertenece. En la ética
aristotélica el bien de cada ser el concebido como el télos, es decir, el fin que la cosa tiende a realizar. Un ser vivo es “bueno” cuando cumple con el bien que le es propio. Aristóteles considera que al duplicar el mundo
Platón ha duplicado los problemas y que su solución no es realmente eficaz. Por eso concibe un bien no
trascendente a las cosas, sino inmanente a ellas, un bien teñido de consonancias biológicas (otra muestra del
peso de esta ciencia en el pensamiento aristotélico), pues no en vano toma de la biología la idea de télos. La
concepción del bien aristotélica sería, en este sentido opuesta a la platónica, negándose cualquier posibilidad
de trascendencia, y tratando de solucionar los problemas de la realidad desde la realidad misma, sin acudir a
una tercera instancia.
Para terminar, cabe subrayar la importancia del pensamiento platónico. No sólo tiene el valor de ser el primer
filósofo occidental en construir un sistema completo, sino que su influencia a lo largo de la historia del
pensamiento es evidente: así se recuperarán algunas de sus ideas en la edad media (Agustín de Hipona), en la
modernidad (racionalismo cartesiano), y en algunas formas de idealismo alemán, por no mencionar su
recuperación en terrenos como la ética, donde Scheler y Hartman entienden los valores al modo en que Platón
entendía las Ideas. Su vigencia, también parece, por ello, indiscutible. Sus obras siguen siendo objeto de
nuevas lecturas y nuevas interpretaciones, y aunque pudiera parecer obsoleto en teoría del conocimiento, sus
ideas siguen citándose al tratar de fundamentar ciencias formales como la lógica o la matemática.

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